Tecnología, resilencia y cultura para la gestión de riesgos

Durante el desarrollo de la actividad empresarial, las compañías necesitan implementar una serie de medidas que les permitan reducir el riesgo normativo y operacional. En este contexto, es tan importante contar con los recursos adecuados, desde la tecnología hasta el equipo especializado, como establecer una cultura interna con un enfoque preventivo. 

Pero la implantación de una visión holística no está exenta de una cierta dificultad. Tal y como afirma KPMG, los riesgos empresariales ya no pueden gestionarse de forma individual porque cada vez son más numerosos, imprevisibles y suelen estar relacionados entre sí, lo que genera un amplio abanico de escenarios e implicaciones.

Por ejemplo, el incumplimiento de una normativa, que si es grave puede conllevar una multa (riesgo regulatorio), puede derivar en que los afectados emprendan acciones legales contra la compañía (riesgo legal) y esta situación, sin duda, afecta a la imagen de la organización (riesgo reputacional) que, en últimos extremos, puede hacer cambiar, incluso, su modelo de negocio (riesgo estratégico). 

Pero, en los últimos tiempos, han surgido riesgos que no son tan tradicionales pero que tienen fuerte impacto en el desarrollo empresarial de una compañía, desde la diversidad e inclusión hasta el riesgo medioambiental o el riesgo climático, todos ellos englobados en los criterios ESG, referidos a factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo.

Por ello, es fundamental una correcta estrategia de gestión de riesgos, que resulte transversal para la compañía y que tenga un componente tan innovador como de sentido común.

 

1. La era del Risk Analytics

La correcta gestión de los datos será clave para asegurar el entorno empresarial y evitar riesgos desde una perspectiva global. Y para gestionar estos ingentes volúmenes de información con el objetivo de llevar a cabo una gestión más ágil, precisa y predictiva de los riesgos, la tecnología es fundamental:

  1. BPM para automatizar tareas como el proceso de contratación de pólizas en las compañías de seguros.
  2. RPA para automatizar procesos y tareas realizadas por personas en la operativa diaria (revisión de soportes y expedientes).
  3. Machine Learning para realizar análisis predictivos y detectar patrones de comportamiento que permitan mitigar el fraude en medios de pago.
  4. Inteligencia Artificial orientada al reconocimiento facial en procesos de onboarding.
  5. Data Analytics para analizar grandes volúmenes de información, monitorizando en tiempo real y detectando de forma precoz cualquier atisbo de riesgo.
  6. Chatbots para responder dudas en los servicios de relación con clientes.

Actualmente, la volatilidad es una constante. Por ello, las compañías que mejor se adapten a este nuevo escenario, contarán con una ventaja estratégica. En este sentido, la tecnología mejora, sin duda, la monitorización de los procesos empresariales, lo que repercute, de forma positiva, en el servicio que se presta a sus clientes, ya que la respuesta es mucho más ágil, eficiente e innovadora.

 

2. El factor humano en la resiliencia operativa

La estabilidad y fiabilidad de la compañía es, en parte fruto, de una capacidad de resiliencia operativa que debe formar parte del mismo core de negocio. Para ello, es fundamental establecer equipos orientados a la continuidad de negocio, con orientación a las líneas o divisiones fundamentales para la buena marcha de la compañía. 

Este equipo es capaz será capaz de determinar qué nivel de riesgo es aceptable, sobre la base de pruebas de escenarios, de modo que la organización pueda implementar las medidas necesarias y procurar que las operaciones realizadas se ejecuten dentro de los límites de tolerancia.
 

3. Una cultura preventiva para la gestión de riesgos

Ir más allá del propio cumplimiento normativo, la vía para alcanzar la excelencia pasa por la implantación de una cultura preventiva para la gestión de riesgos. 

Pero esta labor no es tarea fácil. Generar una mayor percepción interna de la importancia de la gestión de riesgos y el Compliance debe implicar a las personas con más responsabilidad en las organizaciones. Además, las compañías deben implementar una estrategia continua de comunicación, formación y concienciación para que todos los empleados puedan ser conscientes de los beneficios. 

En Prosegur AVOS, ayudamos a nuestros clientes desde tres perspectivas para una correcta gestión de riesgos: tecnología, personas y procesos. Solicite más información sobre nuestra propuesta integral para prevenir y proteger la actividad de cada compañía. 
 

(i)    La Gestión de Riesgos como Estrategia https://www.tendencias.kpmg.es/digitalizacion-gestion-riesgos-risk-analytics/la-gestion-de-riesgos-como-estrategia/

(ii)    Global Risk 2021: Building a Stronger, Healthier Bank (Mayo 2021) https://www.bcg.com/publications/2021/embracing-change-post-pandemic-in-the-banking-industry