Retos y oportunidades para el sector asegurador en 2023
La mayoría de los analistas están de acuerdo en un punto crucial: el sector de los seguros, tradicionalmente considerado como más bien conservador y poco o nada proclive al cambio, se ha embarcado en los últimos años en uno de los principales procesos transformadores de su larga historia. Esta dinámica revolucionaria afecta a todos los niveles, desde la cultura corporativa a los modelos de negocio pasando por los conceptos de productos y servicios, o la relación con unos clientes también en plena transformación.
“Es un momento extraordinario y repleto de desafíos”, apunta un informe de la consultora PwC (i), “para una industria que solía ser reacia al riesgo. Las aseguradoras deben aprovecharlo para replantearse el futuro e imaginar de nuevo su lugar en el mundo”.
La revolución tecnológica es el factótum de este periodo irreversible. Primero, como factor de empuje y presión. Es decir, las empresas cambiaban de una forma reactiva, pero ahora las compañías más dinámicas la integran en su core como motor de transformación de forma proactiva. En ese cambio de actitud se juegan los liderazgos del futuro inmediato.
Balance entre beneficio y riesgo
Como se expuso en el pasado foro sobre tecnología aseguradora, organizado por El Economista y Prosegur AVOS (ii), las compañías de seguros deben encontrar la difícil fórmula de equilibrio entre oportunidad de crecimiento y riesgos en un mercado con márgenes estrechos, elevados costes operativos y la necesidad de cuidar su clave de bóveda: la confianza de sus clientes a través de nuevos servicios para nuevas expectativas. Y además lograrlo en medio de una doble disrupción, de la tecnología en sí, que obliga a una actualización constante, y de la competencia de empresas ajenas al sector.
Esa tecnología especializada se erige tanto en reto como en remedio. De ahí que el core asegurador vaya más allá que una estructura tecnológica y se convierta en el núcleo a partir del cual evolucionar la compañía en sintonía con la sociedad. Con más motivo cuando estamos pasando de lo que los analistas sintetizan como una realidad VUCA —volátil, incierta, cambiante y ambigua— a una BANI —frágil, ansiosa, no lineal e incomprensible—, más caótica, menos previsible— por el impacto de cisnes negros como la Covid o la guerra.
A continuación, enunciamos los principales retos y oportunidades que impone, y a la vez soluciona la tecnología aseguradora, según diferentes informes (iii) (iv):
- En primer lugar, transformar la mentalidad corporativa y atraer talento no solo tecnológico sino social/emocional —soft skills— para alinear las posibilidades de la tecnología con una visión ambiciosa no reñida con la prudencia, conceptualizar, analizar el entorno, agilizar el aprendizaje y escalar las soluciones.
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Entender las palancas y barreras del crecimiento: brecha de confianza de los clientes en un mundo incierto; rápida evolución de sus expectativas; transformación tecnológica orientada a la inteligencia artificial (IA); riesgo climático y foco en la sostenibilidad; convergencia entre colaboración y competencia (coopetir).
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Omnicanalidad, personalización y experiencia de usuario. Todos los canales físicos y digitales, incluidas redes como Whatsapp para una atención más cercana, al servicio de perfiles de clientes cada vez más específicos —por ejemplo, la generación Z—, para diseñar productos, servicios y campañas segmentados, a medida, como el modelo de pago por uso.
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Integrar todas las tecnologías —automatización, chatbots, blockchain, computación en nube, etc.— para una gestión más eficiente y reducir gastos y costes, pero especialmente la analítica avanzada y la IA porque decantan patrones de riesgos y de consumo a partir de los datos de las propias compañías y el mercado. En otras palabras, generar valor y orientar decisiones sobre ese conocimiento (data-driven).
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Ciberseguridad en un triple sentido. De protección interna frente a la proliferación de ataques y cibercrisis. Como factor competitivo ante un cliente que la prioriza. Y como negocio emergente en las ciberpólizas.
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Dilemas de la competencia y las alianzas. Ante la irrupción de nuevos actores como las insurtech, surge la alternativa de las alianzas. La gestión de la transformación digital puede realizarse mediante modelos (v) de externalización, desarrollo interno, implantando una solución core integral y vertical, o una modular con aceleradores. La digitalización permite ecosistemas entre las aseguradoras y otros sectores — inmobiliarias, automoción, banca, turismo, salud, etc.— en forma de asociaciones o incluso de fusiones o adquisiciones.
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Análisis prospectivo para proyectar nuevos seguros. Además de los perfiles de clientes más tecnológicos, como los nativos digitales, aceleran los cambios en diferentes nichos. Las suscripciones o la automoción, por ejemplo, con el desarrollo de tendencias como la propiedad compartida o la conducción autónoma.
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Agilidad y simplicidad Zero Code. (vi) El salto cualitativo que favorece esta metodología no solo permite diseñar o reconfigurar productos y servicios de forma modular y autónoma por parte de las aseguradoras, sino a una escala potencialmente industrial.
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El core convergente y multiusos también se especializa en cumplimiento normativo y gestión de riesgos, desde prevención de blanqueo y fraudes a protección de datos y compromiso ESG.
En Prosegur AVOS somos especialistas en acompañar a las compañías aseguradoras en su proceso de Transformación Digital. Solicita más información sin compromiso.
(i) https://www.pwc.es/es/seguros/insurance-2025-beyond.html
(iv) https://www2.deloitte.com/es/es/pages/operations/articles/game-changers-sector-asegurador.html
(v) https://www.inese.es/los-caminos-del-proceso-transformacional-en-las-companias-aseguradoras/
(vi) https://www.prosegur.es/blog/externalizacion/zero-code-en-el-sector-asegurador