Los 10 mandamientos del hogar seguro

Unos consejos de seguridad para el hogar siempre vienen bien ya que a todos nos gusta vivir en una casa segura. También tranquiliza saber que la casa está debidamente protegida cuando no nos encontramos dentro de ella.

En realidad, ambos propósitos resultan fácilmente realizables si se toman ciertas precauciones. Por eso, te traemos estos consejos de seguridad para casa.

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Antes de empezar, si vives en una comunidad de vecinos, puede que te interese más:

Cómo proteger tu urbanización con la seguridad para comunidades de propietarios.

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No todas las casas son iguales. Por consiguiente, no todas las medidas de seguridad sirven de la misma forma para cualquier inmueble. Por ello, es conviene realizar un análisis de la seguridad de tu vivienda para conocer exactamente qué sistemas de seguridad se ajustan a las necesidades de tu hogar. Recuerda que la seguridad cambia según el tipo de vivienda.

Cuando se reside en una comunidad de vecinos o propietarios, es necesario vigilar los espacios comunes. El objetivo no es tanto evitar robos de los vecinos, sino cubrirse frente a posibles descuidos (que permitan a los ladrones acceder a espacios comunes).

En este sentido, hay que prestar especial atención a la seguridad del garaje y los aparcamientos. Es una zona común muy transitada y de fácil acceso, por lo que nunca está de más poner medidas de seguridad extra, como cámaras de vigilancia. Si eres de los que cuenta con un garaje privado, es recomendable instalar puertas de garaje blindadas.

Muchas personas exponen su vivienda a posibles robos de manera casi inconsciente. Costumbres como la de conservar una copia de la llave de la vivienda en el buzón o bajo el felpudo del portal deben evitarse. También debes tomar medidas preventivas frente a posibles incendios o a desastres naturales como los terremotos.

Las alarmas son un importante elemento de disuasión para los ladrones. Si no se dispone de ellas, es preferible no dejar las ventanas abiertas, sobre todo en viviendas unifamiliares y bajos.

En línea con el consejo anterior, es altamente recomendable contar con algún sistema de domótica en tu hogar. Existe un amplio catálogo de posibilidades, desde ventanas y puertas inteligentes, hasta temporizadores para el televisor, lámparas, etc. Ejercen un efecto disuasorio muy útil y, además, te facilitan la vida.

Una vivienda deshabitada es el blanco perfecto para los ladrones. Aun cuando no haya nadie dentro es preferible que el inmueble presente persianas a medio bajar, especialmente durante las vacaciones.

Si se trata de una casa en alquiler o en venta, mejor no dejar nada en su interior. Además, si pasamos demasiado tiempo sin darle salida al inmueble, es recomendable instalar una sistema de seguridad anti-ocupación.

Las averías en el telefonillo suelen derivar en que acabemos abriendo las puertas de nuestra casa a cualquiera. Si se estropea este sistema, comprueba por ti mismo la identidad de los visitantes. Si tu telefonillo está en buen estado, recuerda que muchos ladrones utilizan frases de mentira para entrar en las casas a través del telefonillo. Por ese motivo, es mejor que no abras a nadie que no esperas.

Si no cuentas con sistemas de seguridad y no tienes vecinos cerca, piensa seriamente en contratar un servicio de seguridad adecuado a tus necesidades. Al estar tan expuestas, las viviendas aisladas son uno de los objetivos preferidos por los ladrones.

Infórmate sobre cómo proteger tu casa si vives en las afueras

Si la terraza o el jardín pueden observarse desde la puerta o través de rejillas, es conveniente que no haya nada de valor en estos espacios. Eso sí, es muy importante saber dónde poner las cámaras de seguridad. Procura que tu cámara de vigilancia sea bien visible para generar efecto disuasorio o, si te parece más conveniente, utiliza una cámara de seguridad oculta para disimular los puntos ciegos. En este sentido, te puede interesar saber cómo camuflar cosas valiosas.

Si el comportamiento de algún transeúnte nos resulta sospechoso, es siempre preferible pecar por exceso de celo y alertar a los cuerpos de seguridad. No se trata de vivir en un estado de psicosis sino de evitar situaciones de peligro a tiempo.

En resumidas cuentas, conseguir la máxima tranquilidad en nuestra vivienda no tiene por qué ser una tarea compleja si se interiorizan unas pautas sencillas y de contrastada eficacia.