Intoxicación por Monóxido de Carbono
Te mostramos cuáles son los síntomas y cómo se puede evitar.
Índice de contenido:
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La muerte por monóxido de carbono (CO) puede deberse a múltiples factores y los síntomas pueden ser muy variados.
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Instalar un detector capaz de detectarlo contribuye a aumentar la seguridad dentro del hogar y puede salvar vidas.
Llegar a casa suele ser fuente de tranquilidad y armonía. Sin embargo, el hogar puede encerrar algunos riesgos que pueden provocar la muerte de los allí convivientes. Y no precisamente por un factor externo, sino por culpa de los aparatos que se encuentran en el interior en un domicilio. Y es que, aunque a alguien le pueda parecer mentira, en el caso de mantener los de la calefacción en un mal estado, estos pueden acabar con la muerte por monóxido de carbono.
La intoxicación puede acarrear un desenlace fatal. De hecho, el pasado 28 de enero la inhalación de monóxido de carbono se cobró la vida de una mujer de 86 años de edad en la calle Sol de Castrodeza, ubicada en la provincia de Valladolid, tras una fuga de este gas. Aparte de la fallecida, un varón tuvo que recibir asistencia médica al alegar que se sentía indispuesto, siendo él mismo quien emitió la llamada de emergencia. El afectado recibió la señal de abrir puertas y ventanas para proceder a la ventilación del lugar. Tras realizar una exhaustiva valoración del incidente, el cuerpo de bomberos comunicó que los detectores de gas habían dado positivo. Una estufa con bombona de gas es la que pudo originar el suceso.
Es por acontecimientos como este que debemos conocer bien los síntomas de una intoxicación de monóxido de carbono. Para detectar cuando la podemos estar sufriendo y actuar rápidamente.
No obstante, la manera más efectiva de prevenir y protegerse ante posibles fugas y acumulaciones de gas CO en los hogares consiste en instalar un detector de monóxido de carbono en la alarma del hogar.
¿Qué síntomas pueden aparecer?
Los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono son múltiples. Las consecuencias dependen de factores como el tiempo de exposición, el grado de concentración (cuanto menos espacio, la letalidad aumenta) y la resistencia o el estado de salud que atraviese cada persona. Según los expertos, los niños pequeños y los ancianos son quienes corren un mayor riesgo si se exponen a este gas venenoso.
Evidentemente, si alguien que lo respira sufre algún tipo de enfermedad cardiaca o pulmonar, la peligrosidad aumenta en un grado más que considerable. Los síntomas pueden ser los siguientes: confusión, mareo, sensación de sueño, dolores de cabeza, fatiga o náuseas.
Ante situaciones de gravedad, la persona afectada puede ver alterada su capacidad de razonamiento, convulsiones, dolor en la zona torácica, sensación de asfixia, tensión baja y coma. Por ello, muchos afectados no son capaces siquiera de moverse por sí mismas.
En las semanas posteriores a la inhalación, es posible la aparición de pérdida de memoria, menor coordinación, trastornos del movimiento y de síntomas de depresión o psicosis.
Es en el caso de intoxicarse cuando las personas afectadas pueden hacerse varias preguntas, entre ellas, cómo actuar en estos casos.
¿Qué hacer en caso de tener síntomas de intoxicación por CO?
La rápida actuación del gas hace que, en caso de intuir que se está respirando, sea clave abrir puertas y ventanas inmediatamente y alejarse del origen de este.
Y, ante la aparición de cualquier posible síntoma de envenenamiento, las personas afectadas tienen que avisar enseguida a las autoridades sanitarias para recibir la ayuda necesaria.
En caso de encontrarse bien y detectar que hay otro conviviente intoxicado, hay que sacarlo y, si no respira, llevar a cabo la maniobra de reanimación cardiorrespiratoria en lo que los servicios de emergencia llegan hasta el lugar de los hechos.
¿Cómo eliminar el monóxido de carbono del cuerpo?
El tratamiento por envenenamiento depende de la gravedad de la situación. En los episodios más leves, tomar aire fresco puede ser suficiente para evitar que vaya a mayores. Los síntomas pueden ser tan insuficientes hasta el punto de llegar a confundirse con los de una gripe común. Uno de los diagnósticos más efectivos no es otro que el de realizar un análisis de sangre para medir la concentración de este tóxico en sangre.
Pero si es más grave, puede ser necesario administrar oxígeno a alta concentración haciendo uso, por norma general, de una mascarilla facial.
Gracias a la mascarilla facial, el oxígeno hace desaparecer el monóxido de carbono en la sangre y contribuye a aliviar en cierta manera los síntomas.
Otra opción es tratar el caso con oxígeno hiperbárico para personas con una intoxicación moderada o grave y mujeres embarazadas, incluso si el monóxido de carbono no está lo suficientemente concentrado en la sangre de la mujer embarazada.
Estos son sus efectos sobre el organismo.
También hay que tener en cuenta que los riesgos de acabar sufriendo una intoxicación por inhalar este gas son variables. No existe el mismo peligro en épocas como el verano o la primavera que, por ejemplo, durante los meses fríos del invierno.
Es por ello por lo que realizar una inspección periódica de la calefacción es plenamente aconsejable para cerciorarse de su buen funcionamiento y ganar seguridad personal.
Estos exámenes deben hacerse, al menos, una vez al año. Porque los efectos del monóxido de carbono en el organismo pueden ser fatales. Este “asesino silencioso” es un gas elevadamente tóxico, incoloro, inodoro e insípido que puede aparecer de un momento para otro en el hogar. Es indetectable para el ser humano si se desconocen sus síntomas.
Una vez que hay un escape, el simple hecho de respirarlo puede provocar que se desplace el oxígeno en la sangre, lo que acaba privando a los órganos vitales de oxígeno y aumenta, como consecuencia de ello, la posibilidad de sufrir lesiones graves y, en los peores casos, la muerte.
El gran porcentaje de las intoxicaciones de monóxido de carbono tiene lugar durante las horas de la noche mientras los convivientes duermen de manera plácida.
Precisamente por ello, tomar medidas preventivas como controlar el correcto funcionamiento de los aparatos de calefacción debe ser una prioridad absoluta con el fin de evitar sustos de este estilo, ya que en nuestra sociedad actual aún existe una cierta falta de concienciación en esta materia.
Elementos del hogar que pueden provocar una intoxicación por CO.
En cuanto a las posibles fuentes de emisión de monóxido de carbono, estas pueden ser electrodomésticos de combustión ventilados (transportan contaminantes de combustión fuera del hogar: hornos, calentadores de agua y secadoras de ropa a gas) y electrodomésticos de combustión sin ventilación (no se ventilan al exterior, por lo que los contaminantes pueden liberarse en el interior del hogar: parrillas de gas o generadores portátiles empleados de forma incorrecta).
El monóxido de carbono se produce cuando coinciden estos factores: una combustión incompleta del combustible, quemador mal sintonizado y malfuncionamiento del aparato.
Ante un riesgo tan evidente y unos síntomas que pueden resultar tan invisibles como letales, contar con una alarma para casa con detectores de monóxido de carbono dentro del hogar puede salvar a muchas personas en riesgo. Porque vida no hay más que una.
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