¿Cómo mejoran la seguridad la Inteligencia Artificial y robótica?
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La Inteligencia Artificial ha experimentado un constante crecimiento en los últimos tiempos, permitiendo un nuevo abanico de posibilidades en materia seguridad. Es por ello que en este artículo analizaremos cómo esta herramienta puede integrarse con la robótica para mejorar la seguridad de la población.
Semejanzas y diferencias entre Inteligencia Artificial y robótica
La Inteligencia Artificial (IA) y la robótica son dos disciplinas relacionadas, pero con enfoques distintos. La IA se centra en el desarrollo de algoritmos y sistemas capaces de simular la inteligencia humana, incluyendo tareas como el reconocimiento de patrones, la toma de decisiones o el procesamiento del lenguaje natural. Por su parte, la robótica se dedica al diseño y construcción de máquinas físicas (robots) capaces de realizar tareas en el mundo real, como mover objetos, ensamblar piezas o desplazarse de un lugar a otro.
Aunque son diferentes, ambos campos se complementan en muchas aplicaciones. La IA puede dotar a los robots de mayor autonomía e inteligencia, permitiéndoles adaptarse a situaciones cambiantes, tomar decisiones por sí mismos o reconocer su entorno. Por ejemplo, los robots autónomos en fábricas o almacenes utilizan IA para navegar, identificar obstáculos y gestionar inventarios.
La principal diferencia es que la IA se enfoca en la inteligencia sin necesidad de un componente físico, mientras que la robótica está orientada a la ejecución de tareas físicas. Sin embargo, cuando se combinan, la IA y la robótica permiten la creación de sistemas más avanzados y eficientes, capaces de realizar tanto actividades físicas como cognitivas de manera autónoma.
La Inteligencia Artificial y la robótica en seguridad
La robótica se ha convertido en una gran aliada en el momento de garantizar el correcto funcionamiento de todos los dispositivos de seguridad en eventos de gran envergadura. Esta disciplina se encarga del diseño, creación, programación y operación de robots para que se conviertan en máquinas autónomas capaces de realizar tareas de manera automatizada.
En este sentido, con el avance de las herramientas de inteligencia artificial, la robótica se ha posicionado como una alternativa idónea que aporta múltiples beneficios.
Entre las principales ventajas, podemos destacar:
- Incremento de la eficacia en las tareas de seguridad. Los robots pueden operar durante periodos prolongados de tiempo que a un ser humano le sería imposible por el evidente cansancio que le provocaría. Además, cuentan con sistemas de comunicación bajo estrictas normas de ciberseguridad que les permiten emitir alertas con datos, imágenes y señales sobre posibles riesgos o amenazas en el evento.
- Trabajo en entornos hostiles y peligrosos. La robótica funciona de forma muy efectiva en situaciones que son peligrosas para los humanos. Esto permite que estas máquinas puedan anticiparse a situaciones y tomar decisiones que de otra manera le llevarían más tiempo a un guardia de seguridad.
- Mejora en la detección. Los robots de seguridad disponen de sensores y visores más rápidos que los sentidos del ser humano. Esto proporciona agilidad y eficiencia que se complementan con las tareas del vigilante de seguridad.
La robótica es una plataforma ideal para hacer uso de la inteligencia artificial con diferentes aplicaciones. Entre algunos posibles usos está la localización de objetos abandonados, la detección de personas en zonas no permitidas, identificación de incendios, entre otros.
Inteligencia Artificial y robótica, ¿pueden trabajar juntas?
La respuesta es un rotundo sí. La capacidad de estas dos disciplinas para trabajar en conjunto representa una revolución en la forma en que enfrentamos los desafíos de protección y vigilancia.
Los sistemas de Inteligencia Artificial pueden aprender a reconocer patrones y comportamientos anómalos en imágenes y videos, lo que resulta invaluable en la vigilancia y monitoreo de espacios públicos o privados. Asimismo, pueden procesar rápidamente información proveniente de sensores y dispositivos conectados.
Por su parte, la robótica aporta la capacidad de llevar a cabo acciones físicas y desempeñar tareas en entornos diversos. Los robots equipados con sensores avanzados pueden patrullar áreas restringidas o peligrosas, realizar inspecciones exhaustivas y recopilar datos en tiempo real.
La combinación de ambas tecnologías potencia aún más sus capacidades individuales. Los robots impulsados por Inteligencia Artificial pueden interpretar y reaccionar ante estímulos del entorno de manera más eficaz, tomando decisiones basadas en datos precisos.
El futuro de la seguridad empresarial se centra en la aplicación de un modelo de seguridad híbrida, el cual se materializa en la combinación de sistemas de vigilancia y monitoreo impulsados por Inteligencia Artificial, —como análisis de video en tiempo real y reconocimiento facial—, con robots autónomos capaces de patrullar áreas y tomar acciones concretas ante distintos eventos. Esta colaboración entre la IA y la robótica amplía la cobertura de seguridad y optimiza los recursos humanos, liberando a los profesionales de tareas rutinarias para centrarse en decisiones estratégicas y situaciones que requieran intervención humana directa.
Yellow, el perro robot de Prosegur Security
Este robot, compuesto con funcionalidades mecánicas y electrónicas, junto con la última tecnología de Inteligencia Artificial, está revolucionando la seguridad de los grandes eventos.
- Utiliza tecnología 5G para comunicación con el Security Operation Center (iSOC).
- Cuenta con sensores instalados para recoger datos del entorno, como gases y cambios de temperatura.
- Tiene comunicación bidireccional con el iSOC para solicitar o verificar amenazas de manera remota.
- Activa los protocolos de seguridad con vigilantes para neutralizar riesgos en eventos.
- Detecta rápidamente a personas y objetos sospechosos gracias a la inteligencia artificial.
Yellow se integra de manera perfecta en sistemas avanzados de seguridad. Gracias al uso de la última tecnología disponible en el mercado, puede analizar y detectar situaciones de riesgo, como amenazas de incendio, movimientos sospechosos de personas, posibles accidentes, entre otros; incluso antes que el personal de seguridad humano. Su capacidad autónoma y comunicación en tiempo real con el iSOC lo convierten en un valioso complemento que permite al personal de seguridad verificar imágenes, analizar datos y garantizar la protección general de las personas en diversas situaciones y entornos.
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