Edificios inteligentes: seguridad, funcionamiento y ventajas
¿Has oído hablar en alguna ocasión de los llamados edificios inteligentes? Se trata de construcciones, destinadas tanto a vivienda como a espacios de trabajo, que ofrecen grandes ventajas para el bienestar de los usuarios. Tecnología, automatizaciones y un sinfín de servicios que hasta hace poco parecían futuristas se ponen al servicio de la comodidad y de la eficiencia.
En este contexto en el que los edificios inteligentes se posicionan como una opción cada vez más común resulta imprescindible conocer en qué consisten, cómo funcionan, cuáles son las principales tecnologías que emplean y cuáles son algunos de los desafíos que plantean, por ejemplo, en cuanto a seguridad, ya sea en el plano físico o digital.
¿Qué son los edificios inteligentes?
Los edificios inteligentes son estructuras que integran tecnología avanzada y sistemas de automatización. La información recopilada se utiliza para mejorar la eficiencia, comodidad, seguridad y sostenibilidad de los ocupantes, tanto en entornos residenciales como comerciales.
No obstante, para entender exactamente qué son los edificios inteligentes, es imprescindible comprender la complejidad de los sistemas tecnológicos involucrados, ya que estos son los que permiten que la edificación interprete la información exterior para adaptar algunas condiciones del espacio, como la iluminación, humedad, temperatura, seguridad o ventilación, al bienestar de los usuarios.
Cómo funcionan los edificios inteligentes
Los edificios inteligentes basan su funcionamiento en la domótica, esto es, la integración de una variedad de sistemas, como sensores y dispositivos inteligentes, que trabajan de manera conjunta para recopilar datos de varios parámetros del edificio y mejorar la eficiencia y la comodidad de los ocupantes. Cada uno de estos sistemas está interconectado entre sí mediante un sistema central que monitorea, controla y coordina todos los aspectos del edificio.
Para que esto sea posible, además, los edificios inteligentes cuentan con tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y el machine learning (ML), que les permiten entender cómo actuar en cada caso sin necesidad de recibir órdenes externas. Se trata de un proceso que es posible gracias al almacenamiento, la clasificación y la interpretación de datos constante a lo largo del tiempo.
No obstante, cabe mencionar que se trata de un tipo de edificación que, ya desde su diseño y planificación, busca integrar esta capacidad de adaptación a su entorno para asegurar su eficiencia y funcionalidad desde el principio. Para ello, se emplean tecnologías como el smart building o construcción inteligente, a través de lo que se conoce como Building Information Modeling (BIM), que optimiza su eficiencia desde su diseño y planificación hasta su construcción y funcionamiento diario, y la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA), que permiten crear planos 3D y visualizar diferentes opciones de diseño para garantizar el mejor resultado final.
Para poder responder y adaptarse a las demandas de los usuarios, se obtienen datos externos, como la temperatura, la seguridad o la iluminación, a través de sensores.
¿Qué tecnologías integran los edificios inteligentes?
Ahora que se tiene una visión general sobre lo que son los edificios inteligentes, es el momento de profundizar en las distintas tecnologías que posibilitan su funcionamiento. En este sentido, ¿cómo es posible que una bombilla ajuste de forma automática el nivel de iluminación o que la calefacción disminuya dos grados sin recibir ninguna orden? La respuesta está en las siguientes tecnologías:
Sensores
Los sensores son un elemento básico en los edificios inteligentes, ya que a través de los sensores de temperatura, humedad, luz, movimiento o calidad del aire es posible recibir información del exterior en cuanto a las condiciones ambientales, monitorearlas y ajustar estos parámetros dentro del edificio según las necesidades y preferencias de los ocupantes.
Sistemas de automatización
Los edificios inteligentes permiten automatizar algunas acciones, como controlar, ajustar o programar la iluminación, la climatización o dispositivos eléctricos como persianas o electrodomésticos.
Asimismo, se pueden programar para que alguno de estos elementos de la construcción reaccione de forma automática ante un estímulo externo, como una bajada de temperaturas o la entrada de una mayor luz natural al edificio.
Internet de las cosas (IoT)
El Internet de las cosas, también llamado IoT por sus siglas en inglés de Internet of Things, posibilita el funcionamiento de los edificios inteligentes. Esta tecnología convierte los componentes tradicionales de una construcción, como la iluminación, el sistema de calefacción, fontanería y electricidad, en dispositivos inteligentes. De esta forma, estos sistemas son capaces de interpretar las señales, recopilar datos en tiempo real, intercambiar la información con otros sistemas y llevar a cabo acciones de forma automatizada para optimizar el rendimiento y la eficiencia del edificio.
Sistemas de seguridad
Los sistemas de seguridad domóticos pueden incluir cámaras de vigilancia, sensores de movimiento, sistemas de acceso controlado y alarmas, entre otros. Al conectar estos sistemas a una plataforma central, es posible monitorear y controlar la seguridad de los edificios inteligentes desde cualquier lugar.
Sistemas de iluminación inteligente
Para mejorar el confort y la eficiencia energética, los edificios inteligentes cuentan con sistemas de iluminación inteligentes que permiten controlar la iluminación de forma remota, programarla o, incluso, ajustar el brillo y el color de las luces de manera automática. De este modo, por ejemplo, es posible apagar las luces cuando una habitación está desocupada.
Sistemas de gestión de la energía
Los sistemas de gestión de la energía controlan el consumo de energía del edificio para optimizarlo y así reducir costes y mejorar la eficiencia energética. Por ejemplo, pueden identificar patrones de uso de energía o ajustar el consumo de energía según las condiciones ambientales o la demanda para evitar los picos de consumo, que pueden ocasionar un aumento del precio de la factura.
Ventajas de los edificios inteligentes
Es cierto que la comodidad y el bienestar son algunos de los beneficios de los edificios inteligentes más visibles y destacables. Sin embargo, estos no son los únicos, pues este tipo de construcciones presentan otras muchas más ventajas:
- Mantenimiento: monitorear y controlar todos los elementos del edificio gracias a los datos recopilados facilita las tareas operativas y de mantenimiento.
- Valor en el mercado: desde el punto de vista económico, los edificios inteligentes aportan un valor de mercado mucho más alto que los convencionales.
- Eficiencia energética: la optimización del consumo energético y la gestión adecuada de los recursos resultan en una mayor eficiencia energética y en un ahorro de costes de energía. Asimismo, esto, a su vez, contribuye a reducir la huella de carbono y promover prácticas de construcción respetuosas con el medioambiente.
- Bienestar: la capacidad de controlar la iluminación, la temperatura y otros aspectos del entorno interior de manera personalizada y automatizada brinda un mayor confort y bienestar para los ocupantes.
- Mejora constante: la obtención, organización e interpretación de los datos permite utilizar esta información para encontrar oportunidades de mejora en la construcción.
- Seguridad: los sistemas integrados, como las cámaras de vigilancia, las alarmas o los sensores de movimiento, aumentan la seguridad de los ocupantes.
La tranquilidad en los edificios inteligentes: seguridad y protección
Al hablar de los beneficios de los edificios inteligentes, es imprescindible abordar uno de los principales desafíos que plantean: la seguridad cibernética.
Y es que, si bien no hay que olvidar las cuestiones de seguridad física, también hay que contar con mecanismos que garanticen la seguridad digital.
La vulnerabilidad en un edificio inteligente
Hay que tener en cuenta que los edificios inteligentes, al ofrecer diversas opciones de acceso, pueden presentar más vulnerabilidades que una construcción convencional. En este sentido, conviene prestar especial atención a las conexiones de los diversos dispositivos con el sistema central por parte de los usuarios de la edificación y, por supuesto, limitar los accesos externos.
Para alcanzar estos niveles de seguridad en construcciones de estas características, los sensores basados en el Internet de las cosas monitorean las señales para garantizar el funcionamiento adecuado de los sistemas de seguridad. Desde Prosegur Security, además, mantienen el edificio conectado a nuestro iSOC, desde el cual se controla a tiempo real las señales que ofrecen estos sensores.
Protección física y seguridad en accesos
A raíz de esta vulnerabilidad, es fundamental implementar elementos de seguridad en los accesos, ya que es la primera barrera física que protege a los usuarios. Para ello, se pueden integrar tecnologías de identificación, como claves, contraseñas, accesos biométricos o control de huellas dactilares, entre otras tecnologías.
También, se pueden instalar protecciones para garantizar la seguridad cibernética. De esta forma, se previenen posibles accidentes, ataques que puedan suponer la manipulación y pérdida de información o errores de funcionamiento en los equipos.
¿Por qué proteger los edificios inteligentes? La seguridad como base
Cuando hablamos de este tipo de construcciones, lo más habitual es pensar en la comodidad, el estatus, la eficiencia energética o el bienestar de los usuarios. Ahora bien, como sucede en cualquier otra instalación, la seguridad es básica en los edificios inteligentes.
De hecho, ¿cómo no exigir más protección todavía cuando nos referimos a edificios inteligentes? No se pueden perder de vista los desafíos de vulnerabilidad que implican. Sin embargo, las tecnologías que lo componen también ofrecen posibilidades de seguridad, prevención de accidentes, detección inteligente de anomalías y soluciones automatizadas.
Para manejar estos desafíos y aprovechar las oportunidades, las medidas de seguridad deben aplicarse de forma adecuada y con el respaldo de la tecnología. Prosegur Security se ha posicionado a la vanguardia del sector de la seguridad en este ámbito, desarrollando tecnologías propias y apoyándose en profesionales expertos en la materia para conformar una combinación de equipos humanos y tecnológicos especializados en la protección de todo tipo de instalaciones.
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