RPAs: ¿Qué son y cómo mejoran la seguridad?

Cuando hablamos de RPA (Automatización Robótica de Procesos) nos referimos a una tecnología de software que combina la robótica y la automatización de tareas de todo tipo. Su uso e implementación no deja de aumentar, tanto por parte de compañías privadas de seguridad, como por Ayuntamientos y FF.CC.SS.

¿Qué son exactamente los RPAs?

La Automatización Robótica de Procesos (Robotic Process Automation o RPA) está transformando la manera de afrontar la seguridad en diferentes ámbitos. Los robots de software de RPA se comunican con los sistemas y las aplicaciones para agilizar procesos y reducir la carga de trabajo que recae sobre las personas.

RPA alude a la manera en la que un robot de software, también llamado “bot”, ejecuta un conjunto de instrucciones que se le han encargado previamente. No hablamos únicamente de robots físicos, sino también virtuales, en forma de interfaz de software. Es decir, que para automatizar debemos contar con una entrada de datos digitales y enviar al robot una serie de instrucciones basadas en reglas y parámetros.

Gracias a la Inteligencia Artificial y la combinación de diferentes algoritmos, contamos con la capacidad de crear máquinas capaces de imitar las habilidades y capacidades del ser humano. El objetivo es conseguir sistemas que piensen y actúen como humanos gracias a la automatización de actividades como la toma de decisiones o la resolución de problemas. De esta forma, se ayudará a reducir las posibilidades de error y mejorar la precisión. 

Los drones actúan en eventos multitudinarios y zonas industriales como una nueva forma de mantener la seguridad en eventos multitudinarios y zonas industriales, así como en lugares donde es necesario controlar grandes dimensiones de terreno. Los RPAs también pueden llevar integrados altavoces para realizar avisos, dar información o guiar a grupos de personas en caso de que se produzca algún tipo de situación delicada. Además, existe la opción de cargarlo con botiquines, con chalecos salvavidas o con un foco de alta intensidad en caso de querer usarlos para dar una respuesta más rápida y ágil ante situaciones imprevistas.

RPAs, tus ojos en el cielo

El servicio que ofrece un RPA es el de completar y aportar una capa extra a la seguridad convencional, logrando un sistema verdaderamente integral. Los drones son especialmente útiles en entornos muy amplios o en los que hay que controlar una gran extensión de terreno, dado que pueden desplazarse rápidamente entre varios puntos mientras controlan en el terreno.

Además, existen varias modalidades de cámara que pueden acoplarse a un robot, pudiendo optar por cámaras con imagen 4k, con visión nocturna o térmica e, incluso, con localización GPS. 

Lo más frecuente en este tipo de robots destinados a la seguridad privada es que no estén pilotados durante todo el tiempo que dura el servicio, sino que llevan implementado un sistema de inteligencia artificial que permite detectar amenazas o intrusiones en la zona que debe controlar, pudiendo operar de manera autónoma sin necesidad de dedicar recursos extra a su manejo.

En caso de detectar una situación anómala, una intrusión o cualquier otro tipo de incidente que ponga en peligro la seguridad de un recinto, el iSOC (Security Operations Center) podrá comprobar en remoto de qué se trata y tomará las medidas pertinentes de una forma ágil, dado que tendrá acceso a las imágenes en todo momento. El vigilante encargado de pilotar la aeronave tendrá la posibilidad de tomar los mandos en cualquier momento que sea necesario.

Sistemas anti-dron, ¿Cómo protegerse de otra aeronave?

Vistas las ventajas operativas que supone el uso de RPAs en cualquier despliegue de seguridad, se puede dar el caso de que estos dispositivos se utilicen por otras personas para vulnerar la seguridad de tu empresa o negocio. En este sentido, la solución también podría venir del uso de robots  con la capacidad de detectar la presencia de otras aeronaves y de interceptarlas en caso de que sea necesario. Por regla general, y especialmente en entornos urbanos, la forma que tienen los anti-drones de interceptarlos será mediante el uso de una red.

No obstante, el método más frecuente para deshacerse de un dron que haya invadido un espacio protegido es mediante tecnología Selective Jamming. Esta está integrada en un dispositivo portátil y permite interferir las comunicaciones entre el piloto y el dron que ha entrado en el área, sin afectar el despliegue de los propios RPAs que se encuentren patrullando la zona.

 

Un ahorro sustancial de recursos

Los RPAs también pueden aportar otras ventajas, como el ahorro a nivel operativo y de recursos. Además, permiten cubrir y controlar grandes espacios sin la necesidad de tener a un equipo desplegado en el lugar. El uso de la visión nocturna o de cámaras térmicas del RPA supone un plus frente a la ronda que realizaría un vigilante en entornos exteriores poco iluminados o nocturnos, aportando una tecnología que será capaz de detectar de forma más rápida y precisa cualquier tipo de anomalía que se dé dentro del entorno que se desea proteger.

Un ejemplo es Yellow, el perro robot de Prosegur Security, que tiene la capacidad para detectar elementos sospechosos, reconocerlos y generar una alerta a partir de su capacidad para analizar vídeos, además de contar con sensores de temperatura para alertar de incendios o de gases. Este tipo de robots son una gran ayuda como medida de seguridad, tanto en ciudades de todo el mundo como en los sitios con accesos más remotos, dadas sus capacidades de adaptación tanto en ciudades como en sitios con accesos más remotos. 

Prosegur Security fue la primera compañía de seguridad privada reconocida por el Ministerio de Fomento para operar con RPAs. Contar con experiencia y conocimiento sobre este tipo de elementos para las tareas de vigilancia permite ofrecer un servicio eficaz y eficiente a nuestros clientes.