Así serán las oficinas del futuro en términos de seguridad

Las oficinas del futuro ya no son solo un concepto de ciencia ficción, sino una realidad que comienza a tomar forma. La revolución tecnológica y las nuevas tendencias en sostenibilidad y seguridad están transformando los espacios de trabajo. Estas oficinas no solo serán más eficientes y productivas, sino que también priorizarán la integración tecnológica, la protección de datos y la experiencia de los empleados. Descubramos cómo se perfilan los cambios más importantes en este ámbito. 

Tecnología móvil e integración en su máxima expresión

Las oficinas del futuro estarán marcadas por una integración tecnológica sin precedentes. La tecnología móvil es uno de los aspectos que más rápido se está desarrollando. No solamente en los terminales telefónicos, sino en todos aquellos dispositivos informáticos que se harán imprescindibles para desarrollar nuestras tareas profesionales.

No sabemos cómo serán los ordenadores de nuestras oficinas en día de mañana de forma detallada, pero sí estamos seguros de que serán más potentes, ocuparán menos espacio y serán progresivamente más pequeños. Tanto que podrán entrar en el terreno de la nanotecnología y formar parte de nuestra ropa e incluso integrarse en nuestros propios cuerpos. Este avance no solo mejorará la funcionalidad, sino que reforzará la seguridad, haciendo más difícil hackear los sistemas o comprometer la información.

Tecnología biométrica en el control de accesos y los puestos de trabajo

En la actualidad, el control de accesos en las empresas es un servicio de seguridad que cada vez está más extendido. Lo que demuestra el interés de las corporaciones por saber quién, cómo y cuándo accede a sus instalaciones. Por ello, un aspecto clave de las oficinas del futuro será el uso de tecnología biométrica para garantizar la seguridad. Ya no serán necesarias las llaves o tarjetas magnéticas para acceder a los espacios.

La tecnología de validación biométrica está avanzando mucho, a día de hoy y, en un futuro próximo, bastarán para confirmar nuestra identidad los parámetros que ya son válidos actualmente, como la huella dactilar o la lectura de retina, además de otros totalmente nuevos y en desarrollo, como la señal biotérmica, los rasgos faciales o el patrón de reconocimiento genético. Este tipo de tecnología no solo simplificará y acelerará las identificaciones en los controles de acceso, sino que permitirá que las empresas de seguridad se centren en otra serie de riesgos potenciales, pues resultará mucho más difícil vulnerar los controles.

Edificios inteligentes, autónomos y sostenibles

Los edificios que albergarán las oficinas del futuro serán auténticos ecosistemas inteligentes y sostenibles. Los «nidos» empresariales en polígonos industriales, compuestos de naves y edificios de oficinas pueden tener los días contados. Cada vez con mayor frecuencia, los centros de trabajo aspiran a integrarse en las ciudades formando parte de entornos amigables, estando en equilibrio con espacios verdes y conformando ecosistemas en los que trabajar resulte una experiencia amigable y más productiva.

Los edificios estarán mucho más interconectados, con una gran presencia de inteligencia artificial y con una especial atención en la forma de construirlos y dotarles de sistemas de seguridad avanzados. Utilizando nuevos materiales y técnicas arquitectónicas, se buscará una mayor eficiencia energética y una reducción importante en el impacto y la huella ecológica. De forma ideal, los centros de trabajo llegarán a ser totalmente autónomos, sostenibles y más seguros.

Flujo de datos sin un soporte físico

En las oficinas del futuro, el almacenamiento en la nube será la norma. La dependencia de dispositivos físicos se reducirá considerablemente, con excepciones en casos específicos. Además, la miniaturización de estos soportes logrará que podamos guardar una mayor cantidad de información, cuando sea necesario en dispositivos realmente pequeños.

Hace muy poco se ha logrado, por primera vez, almacenar una cantidad relativamente importante de bits — los suficientes para conformar un archivo de imagen — de manera codificada en una cadena de ADN. Si este tipo de tecnología sigue su curso será realmente difícil perder, modificar o sustraer datos de especial valor que deban ser almacenados con sistemas de ciberseguridad altamente avanzados. Los servidores también tienen, por tanto, los días contados.

Interacción con inteligencia artificial y robótica

Otro pilar fundamental de las oficinas del futuro será la interacción con inteligencia artificial y robótica. Muchos de los trabajos manuales actuales dejarán de necesitar mano de obra humana, en un período de tiempo relativamente corto, y los empleados humanos trabajarán codo a codo con inteligencias artificiales que igualarán o superarán la capacidad cerebral humana, cada vez más complejas, eficientes e imprescindibles. Desde sistemas domóticos que gestionen el entorno de trabajo hasta la interacción con entidades virtuales que trabajarán al mismo nivel de comprensión y complejidad cerebral que la humana.

El salto hacia las oficinas del futuro 

Las oficinas del futuro representan un salto cualitativo en la forma en que entendemos los entornos laborales. Estos espacios estarán diseñados para optimizar la productividad, proteger la información y ofrecer una experiencia segura y sostenible para todos. Con avances en tecnología móvil, biometría, inteligencia artificial y sostenibilidad, el futuro promete oficinas inteligentes que revolucionarán nuestro día a día. El cambio ya ha comenzado, y las empresas que lo adopten estarán mejor preparadas para afrontar los retos del mañana.