¿Qué son las fuentes radioactivas y qué papel tiene la seguridad en ellas?
Una fuente radioactiva es una sustancia, objeto o material que contiene un elemento químico que emite radiación, es decir, transfiere energía en forma de partículas u ondas electromagnéticas. Estas sustancias pueden tener efectos nocivos sobre las personas y el medio ambiente. Por ello, la presencia del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la protección radiológica es fundamental.
El plan de protección física, ¿qué es?
Un plan de protección física es un documento que describe el sistema de seguridad física de una fuente radioactiva, instalación nuclear o transporte de material radioactivo. En este documento se establecen las medidas que se aplicarán en caso de apropiación ilícita, robo, hurto o actos de sabotaje para garantizar la protección de los materiales radioactivos.
Si bien el diseño, desarrollo e implementación de las medidas de seguridad son responsabilidad del titular de la instalación, el plan de protección física está sujeto a la evaluación por parte del Consejo de Seguridad Nuclear y del Ministerio de Interior, así como a la aprobación del Ministerio de Energía.
De todos modos, el plan de protección física, al que debe acompañar una solicitud de autorización, debe desarrollar los procedimientos de organización, operación y actuación ante emergencias y contener una descripción amplia y detallada de las medidas de seguridad de los siguientes aspectos:
- Los factores que condicionan o pueden condicionar la protección física de los materiales radioactivos, tanto sociales y económicos como medioambientales, meteorológicos y topográficos.
- Las amenazas potenciales contra los materiales o instalaciones.
- Los criterios para la autorización de acceso de personal a las fuentes radioactivas.
- Las actuaciones previstas ante situaciones especiales o emergencias relacionadas con la protección física.
- Los medios técnicos, humanos y organizativos a los que se tiene acceso para hacer frente a las amenazas.
¿Cuándo se debe tener?
El Real Decreto 1308/2011, de 26 de septiembre, establece la necesidad de un régimen de protección de las fuentes radiactivas que se encuentren dentro del territorio español o bajo jurisdicción española. Esta norma se aplica a las instalaciones nucleares en las que se produzcan, procesen, utilicen o traten materiales nucleares de categoría I, II y III.
El uranio natural no irradiado y las fuentes radiactivas que no alcancen la categoría III quedarán protegidos por las prácticas de gestión prudentes, según establezca el Consejo de Seguridad Nacional o el Ministerio de Interior.
Etapas del plan de protección física en fuentes radioactivas
El plan de protección física de fuentes radiactivas debe describir tanto el objeto, como el alcance y los mecanismos de revisión y protección de la información. El contenido del plan viene definido en la IS-41 de 26 de julio de 2016, del Consejo de Seguridad Nuclear.
Estudio y aplicación de la normativa
El primer paso para realizar el plan de protección consiste en realizar un análisis de la legislación y los requisitos normativos. Para ello, podemos remitirnos a:
- Real Decreto 1308/2011, de 26 de septiembre. sobre protección física de las instalaciones y los materiales nucleares, y de las fuentes radiactivas
- Instrucción IS-41, de 26 de julio de 2016, del Consejo de Seguridad Nuclear, por la que se aprueban los requisitos sobre protección física de fuentes radiactivas
- Instrucción IS-18, de 2 de abril, del Consejo de Seguridad Nuclear sobre los criterios aplicados por el Consejo de Seguridad Nuclear para exigir a los titulares de las instalaciones radiactivas la notificación de sucesos e incidentes radiológicos.
Recopilación y análisis de la información
Antes de llevar a cabo cualquier actividad, es fundamental conocer las características más relevantes sobre las fuentes radiactivas. Una vez obtenidos estos datos, se evalúa la información proporcionada por el cliente para determinar la toma de datos de una forma segura y efectiva.
Toma de datos
Se visita la instalación y se verifica la información aportada por el cliente. Este paso puede incluir datos como la ubicación exacta de las fuentes radiactivas, los recorridos de los traslados, almacenamiento y las características del entorno. Además, también se analiza el estado real de la instalación y las medidas de protección.
Ejecución del proyecto
Se ejecuta el proyecto a partir de la toma de datos, la descripción de las medidas de seguridad, el análisis de riesgos, las medidas para corregir posibles eventualidades y los procedimientos de actuación según determina la IS-41 y la IS-18.
Cierre y seguimiento del proyecto
Tras su elaboración el plan debe ser aprobado por el Consejo de Seguridad Nuclear. Se mantiene el contacto con el cliente con el objetivo de para proceder a realizar las correcciones necesarias para su aprobación o como consecuencia de actualizaciones o modificaciones del documento.
Cumplir con la normativa y diseñar un plan de protección física ante fuentes radiactivas que refleje correctamente el contenido y requisitos del mismo es crucial para garantizar la seguridad de las fuentes y obtener la aprobación por parte del Consejo de Seguridad Nuclear.
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