Suecia quiere aumentar la circulación del efectivo en el país

Suecia cambia su estrategia. Conscientes del riesgo que entraña la dependencia exclusiva de los medios de pago electrónicos, el país ha iniciado una campaña que pretende que haya, al menos, un 15% de volumen de efectivo en circulación. Hasta el punto de que la Agencia Sueca de Contingencias Civiles ha recomendado a sus ciudadanos hacer acopio en sus casas de dinero en efectivo para emergencias o eventuales acontecimientos que no permitieran el acceso a las infraestructuras de pago digital.

Durante los últimos años, en el país se ha reducido el porcentaje de personas que habían realizado pagos en efectivo en sus compras cotidianas. Incluso, alrededor de 4.000 ciudadanos suecos se han implantado microchips de pago en sus manos para realizar sus gestiones diarias sin dinero en metálico. Pero ahora la tendencia está cambiando.

Pedro Borges, especialista en banca digital, declaraba en un informe de AFI que un volumen de efectivo inferior al 10% vuelve ineficiente la infraestructura física establecida para garantizar su distribución. Además, el Consejo de Legislación del país estudia legislar para que los comerciantes acepten metálico para evitar la exclusión de cierta parte de la ciudadanía.

Porque la exclusión social es un problema en Suecia que afecta a personas como los ancianos, que encuentran en los pagos digitales una barrera de acceso al efectivo, lo que les impide realizar gestiones básicas como pagar la luz, el teléfono o comprar el pan. Hasta el punto de que se han unido en la Organización Nacional Sueca de Pensionistas para luchar a favor del dinero en metálico. No es el único colectivo afectado. Según las últimas estimaciones, 1 de cada 10 suecos se encuentra en esta situación.