Prosegur apuesta por el sector retail

Prosegur participa en el ‘Informe Retail Horizonte 2022’ sobre las tendencias del comercio minorista.

La brecha entre la forma actual de entender nuestros hábitos de vida y la existente antes de la expansión de Internet, el nacimiento de la inteligencia artificial, la nanotecnología o la biotecnología jamás había sido tan relevante. Ya no somos ni seremos lo que fuimos: nuestra generación y la próxima serán las más desemejantes de la historia.

Hoy, siete de las ocho empresas más importantes de mundo por su valor de mercado son tecnológicas y se concentran en los mercados estadounidense y chino. Los cambios tecnológicos y socioeconómicos han dado lugar a un empoderamiento del consumidor. Este nuevo consumidor hiperconectado y más informado que nunca, en algunos casos, sabe más de un producto que muchos de los empleados que lo atienden.


Los grandes retailers van a buscar ingresos complementarios monetizando sus enormes bases de datos. El comercio de proximidad necesita abordar cambios que le conduzcan a aprovechar las ventajas que ofrece la transformación digital. El proceso requiere partir de una perspectiva nueva, que supere el concepto de multicanalidad para abrazar el de omnicanalidad, aunando la tecnología con el factor humano.

Los retailers deben obsesionarse con que la época de vender un producto a buen precio está acabada. Ahora deben ir más allá, crear conexiones sólidas y humanas con los consumidores; los que desarrollan sus comercios electrónicos y adaptan sus tiendas al escenario omnicanal aumentan sus ventas en los dos canales.

Las tiendas físicas en absoluto van a desaparecer. Paradójicamente, Alibabá, Amazon y JD.com serán los retailers que tendrán en el futuro más tiendas físicas. La omnicanalidad debe dar paso al omnicliente, entendiendo que los canales son solo instrumentos y todo forma parte de una enorme tienda donde hay un departamento que se llama tiendas físicas, otro que se llama redes sociales y otro comercio electrónico.

Los clientes piensan en marca o retailer, no en el canal. En el futuro tendrá un peso fundamental en los organigramas de los grandes retailers la posición de director/a de clientes. Su misión será supervisar que todos los departamentos de la empresa toman decisiones con una prioridad: satisfacer las necesidades de los clientes y ofrecerles las mejores experiencias de compra.

Todas las tendencias apuntan a que, a partir de ahora, los hábitos de consumo de los clientes oscilarán entre el mundo físico y el online, incluso mezclándose en muchas ocasiones, lo que define un nuevo escenario para el retail. Las tiendas ya no podrán ser lugares meramente dedicados a despachar productos. Deberán convertirse en algo más; en centros capaces de generar experiencias para los clientes y alimentar un tráfico online que las lleve a diferenciarse para aumentar su rentabilidad. Los retailers tendrán que distribuir “experiencias de compra inteligente” a un precio justo.