El efectivo, un método de pago que respeta tu privacidad

En ‘el Banco en tu Negocio’ ya te hemos contado en más de una ocasión cuáles son los principales atributos del efectivo. Por ello, tras la polémica sobre la privacidad de los usuarios surgida en Facebook, hay que recordar que el dinero en metálico es el método de pago que genera más confianza, ya que evita que las entidades financieras puedan obtener datos de cada usuario y de sus rutinas de compra, algo que limita considerablemente su privacidad. El efectivo constituye, por tanto, una opción que protege la información personal y la privacidad de los ciudadanos. Además, es seguro, ya que incorpora tecnologías específicas que certifican su valor y, al contrario que los medios de pago digitales, no puede verse afectado por ciberataques por el fraude online. La pérdida del anonimato es una de las mayores preocupaciones del consumidor, que en un hipotético mundo sin efectivo vería mermada su privacidad debido al rastro electrónico que dejan las transacciones digitales. Aunque existan mecanismos como el recién estrenado Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, que cambia radicalmente la forma en la que las organizaciones tienen que tratar la información personal de los usuarios, toda transacción electrónica es susceptible de dejar un rastro que, según cómo se gestione, puede constituir una información muy valiosa que defina el comportamiento de los ciudadanos en función de sus compras.