Apostamos por tecnología puntera para garantizar la seguridad de 700 mil personas durante los 7 días del acontecimiento
Nuestro equipo contó con la tecnología como importante refuerzo en esta compleja operación: 130 cámaras (entre domo, fijas y ojo de pez), 2 cámaras nocturnas, 1 cámara térmica, 2 radares perimetrales, 2 drones, 30 cámaras corporales y software de reconocimiento facial. Todo ello formaba parte de la vigilancia llevada a cabo en el Centro de Control Operativo (CCO), instalado exclusivamente para el festival en el interior de la Ciudad del Rock.
Capacidad operacional
Instalamos de forma exclusiva y dedicada en la Ciudad del Rock un Centro de Control Operacional (CCO), que monitorizó la seguridad durante todo el festival. Más de 20 profesionales entre informáticos, agentes de monitorización, analistas de datos y gestores de seguridad de SegurPro ocuparon el espacio integrando las actividades con el poder público, incluyendo Policía, Bomberos y Ministerio Público.
La tecnología no tendría sentido si no pudiéramos contar con un equipo altamente cualificado. Más de 2.000 profesionales distribuidos por todo el evento y 25 adiestradores de perros, que juntos se encargaron de las patrullas perimetrales, el control de accesos, los barridos, el apoyo en escenarios y atracciones, así como de la seguridad del evento y sus patrocinadores.
Yellow, nuestro perro robot, fue la gran novedad del evento y muestra la apuesta tecnológica de la empresa en la seguridad del evento. Por primera vez en Brasil, el recurso utilizó la tecnología 5G para recoger datos del entorno e integrarlos con GenzAi -nuestra plataforma de Inteligencia Artificial- y reportar toda la información en tiempo real al CCO -Centro de Control Operacional-.
Por primera vez en una edición de Rock in Rio Brasil, la operación contó con el apoyo de iSOC, situado en São Paulo, y el mayor Centro de Control de Seguridad de América Latina. El iSOC actuó las 24 horas del día como importante apoyo sobre todo en los momentos más delicados, como la apertura y cierre de las puertas, el intercambio de artistas en el escenario y cualquier aglomeración de público en un lugar determinado.