Sprinklers: incendio detectado y extinguido de inmediato

El fuego es uno de los mayores riesgos para la seguridad, aunque es un peligro que se puede anticipar. Por este motivo, cada vez son más los sistemas de detección y extinción disponibles. Entre las diversas opciones, destacan los sprinklers: incendio extinguido con una alta efectividad.

También conocidos como rociadores automáticos, los sprinklers contra incendios son de funcionamiento automático, lo que permite la pronta reacción del sistema. Te contamos cómo escoger el equipo adecuado y cómo funcionan.

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Los sprinklers contra incendios constan de un mecanismo de activación, un orificio de salida para el agua y un deflector para que ésta cumpla un patrón de descarga. 

Existen varios métodos de detección de incendios que pueden poner en marcha este sistema, y la selección de la opción más adecuada depende del tipo de instalación. Los dos principales son: 

En este caso, la detección se realiza mediante sistemas sensibles a los aumentos de temperatura, como los bulbos termosensibles, que rompen el vidrio protector al expandirse el líquido interno, o los fusibles de disparo, cuya soldadura se funde con el calor, lo que libera el tapón del sprinkler. Aunque su respuesta también es rápida, suele ser menos inmediata que la de los sistemas activados por detección de humo.

Los sistemas de sprinklers contra incendios que se activan por detección pueden disponer de varias tecnologías de activación, como son los sistemas de diluvio o de preacción. En el primer caso, los sprinkler son abiertos y la tubería está vacía, y es la activación del sistema de detección lo que abre una válvula automática. Por otro lado, los sistemas de preacción son con sprinkler cerrados igualemente por bulbo de temperatura, pero con tubería llena de aire presurizado.

Hay diversos criterios que se tienen en cuenta a la hora de clasificar los sprinklers: incendios de diversas índoles y tipos de instalación donde se incorporarán los sistemas, además de otros factores. Así, analizamos estos sistemas según la instalación, el funcionamiento, las especificidades, los requerimientos para la velocidad de respuesta y las exigencias de las áreas logísticas.

Según el funcionamiento del sprinkler, existen diferentes tipos de sistemas que se adaptan a las necesidades específicas de cada entorno y situación: 

• Rociadores estandarizados: se pueden ajustar para dispensar diferentes cantidades de agua según las necesidades específicas del área protegida. 

• Rociadores de amplia cobertura: están preparados para que el agua salga a mayor presión y alcanzan una mayor extensión en la estancia. 

También hay una serie de rociadores automáticos cuyo diseño está enfocado a áreas de almacenamiento concretas. Estos son los más habituales: 

• Rociadores intermedios: se encuentran a menor altura que el techo de un almacén para proteger áreas específicas. 

• Sprinklers de respuesta rápida para supresión temprana (ESFR): son muy específicos y se instalan en áreas de almacenamiento que albergan elementos de alto valor o que representan un mayor peligro en caso de incendio. 

• Rociadores de control por densidad de área: son rociadores básicos para almacenes. 

• Rociadores de control específicos: son similares a los anteriores, pero con mayores posibilidades frente a fuegos de mayor dificultad.

Los sprinklers también se pueden dividir según el tipo de instalación de los dispositivos: 

• Rociadores empotrados: se instalan en una apertura en el techo que es del mismo tamaño que el sprinkler, de modo que sólo quedan visibles desde abajo. 

• Rociadores montante: se ubican en la parte superior de las tuberías. 

• Rociadores colgantes: son similares a los anteriores, pero en la parte inferior. 

• Rociadores ocultos: se instalan del mismo modo que los empotrados, pero cuentan con un embellecedor o cubierta que cae de forma automática cuando los sprinklers se activan. 

• Rociadores de pared: perpendiculares a la tubería, se colocan en la pared.

Hay rociadores automáticos en los que se incorporan atributos específicos para que se puedan adaptar mejor a las necesidades del entorno. Estos son los más destacados: 

• Sprinklers de alta resistencia: suelen estar fabricados en acero inoxidable o aluminio, ya que están ideados para ambientes propicios a la corrosión. 

• Sprinklers abiertos: emplean un sistema de dispersión conocido como diluvio, que permite esparcir una mayor cantidad de agua, y van asociados a detectores térmicos. 

• Sprinklers residenciales: están pensados para viviendas y su diseño se focaliza en incrementar las posibilidades de supervivencia de los ocupantes. 

• Sprinklers secos: se instalan en entornos donde existe el riesgo de congelación del agua. 

• Sprinklers en instalaciones oficiales: requieren de sistemas de seguridad específicos con el fin de evitar posibles manipulaciones que averíen o inutilicen los dispositivos.

Por último, los rociadores automáticos pueden diferenciarse según el tiempo de reacción: 

• Rociadores estándar: mantienen un índice de tiempo de respuesta (RTI) habitual de 80. 

• Rociadores de respuesta rápida: suelen tener un RTI de 50, y por este motivo son los recomendados para edificios residenciales. 

Los sprinklers son una herramienta útil para negocios y residencias debido a su capacidades. Para entornos comerciales y almacenes, no cabe duda que el sistema recomendado es el sprinklers: incendio detectado a tiempo y extinguido de forma inmediata gracias a su rápida respuesta. 

La amplia variedad de tipologías existentes permite adaptar el sistema a las circunstancias y necesidades particulares de cada entorno. Así, desde Prosegur Security recomendamos hacer un estudio previo de las instalaciones antes de decidir qué sprinklers contra incendios se van a implantar.

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